“La misión de nuestra empresa es aplicar la ciencia para ofrecer soluciones médicas, es decir, proporcionar a la sociedad fármacos innovadores que contribuyan a mejorar la salud y la calidad de vida de las personas. Este concepto, en nuestro caso particular, lo hemos trasladado a las políticas de seguridad y salud de los trabajadores, que no dejan de ser parte de la población”
Entrevista a:
D. César Hernández Martín
Gerente de Prevención y Medio Ambiente – Almirall
Entrevistado por Emilio González. Área de Prevención de FREMAP
Vistamos Almirall, compañía farmacéutica global fundada en 1943 y con sede central en Barcelona, dedicada a las actividades de I+D, fabricación de principios activos y fabricación y comercio al por mayor de productos farmacéuticos. Hablamos con D. César Hernández Martín, Gerente de Prevención y Medio Ambiente.
¿Cómo es hoy su empresa?
En la actualidad, los productos de Almirall están disponibles en más de 70 países de los cinco continentes, a través de 13 filiales y una red estratégica de colaboraciones. Los principales centros de trabajo, de I+D y de producción, están ubicados en la provincia de Barcelona y en el norte de Alemania, teniendo oficinas así mismo en las distintas filiales, tanto en Europa como en Estados Unidos.
La actividad desarrollada por Almirall es tan heterogénea que va desde la Investigación y Desarrollo, a la comercialización, pasando por dos plantas de química fina de fabricación de principios activos, dos plantas de producción de productos farmacéuticos, y un centro de gestión, en el que nos encontramos.
Según comenta César Hernández, “actualmente estamos en un momento de transformación como empresa, nos estamos “reinventado” en la línea dermatológica y estética. Recientemente hemos lanzado nuestra nueva identidad corporativa, con nueva imagen, un nuevo posicionamiento, una nueva visión, misión, valores; queremos ser una compañía líder en áreas especializadas, con un foco importante en la salud de la piel, que atienda las necesidades de los profesionales de la salud y de aquellas personas a las que éstos ayudan.
Somos actualmente unos 2.000 trabajadores a nivel internacional, en España somos unos 1.200 trabajadores, con presencia en todo el territorio, y tenemos acuerdos con otras farmacéuticas para distribuir mediante licencias productos suyos. Es una red comercial muy importante”.
El hecho de ser una empresa dedicada a la mejora de la salud de sus clientes finales, consumidores de sus productos, ¿se refleja de algún modo en la gestión de la prevención de riesgos laborales en la empresa, tiene algún reflejo positivo para la salud de sus trabajadores?
Si, de hecho, la misión de nuestra empresa es aplicar la ciencia para ofrecer soluciones médicas, es decir, proporcionar a la sociedad fármacos innovadores que contribuyan a mejorar la salud y la calidad de vida de las personas. Este concepto, en nuestro caso particular, lo hemos trasmitido a las políticas de seguridad y salud de los trabajadores, que no dejan de ser parte de la población.
En alguna campaña de comunicación que hemos desarrollado históricamente hemos utilizado este juego de palabras: “la salud laboral es nuestro principio más activo”, nosotros fabricamos principios activos farmacéuticos y la salud laboral la consideramos un principio muy importante.
Además de este motivo, relativo a la importancia de la salud, las farmacéuticas somos empresas muy reguladas a nivel de la calidad de sus medicamentos, GMP sobre la fabricación, pero también en el ámbito de la prevención o el medio ambiente, como el resto de las empresas. Hay mucha regulación que ayuda a tener mucha sensibilidad en el cumplimiento de normas.
¿Cree que la normalización a nivel global, tanto europeo como del resto del mundo, provoca que la gestión de la prevención fluya con más facilidad en el seno de la empresa?
Llevo en Almirall trece años, si bien en el mundo de la prevención empecé en el año 1992, antes de la ley de prevención; he trabajado en sectores tan diversos como la fabricación de cables de energía eléctrica, fabricación de helados, telecomunicaciones, o la administración; en diferentes tipos de industrias, tamaños y actividades, y cada uno tiene sus matices en las motivaciones por las cuales dan mayor o menor importancia a la prevención de riesgos laborales.
Y sí, he de reconocer que cuando entré en Almirall una de las palancas más importantes de cambio y mejora, aparte del compromiso de la alta dirección, fue el hecho de que está en un sector muy normalizado, en el que una vez pones en marcha determinados mecanismos, es una empresa muy disciplinada y eso ayuda mucho a normalizar, a procedimentar, y a realizar formación. Ésta es muy importante, como todos sabemos, y la nuestra es una industria muy habituada a impartir formación continuada; es fácil integrar nuevos requerimientos para mejorar la prevención. Efectivamente, la normalización es una palanca muy importante.
Además, en Almirall tenemos implantado en los diferentes centros de trabajo un sistema de gestión integrado para la prevención de riesgos laborales, la gestión ambiental y la gestión energética, sistema certificado según los estándares internacionales OHSAS 18001, ISO 14001 e ISO 50001.
¿Qué fortalezas destacaría de esta empresa, que la pueden hacer diferente de otras del sector?
Como empresa de carácter familiar en el sector farmacéutico, entre las principales ventajas que podemos destacar, está el compromiso de la más alta dirección. Cuando cuentas con su apoyo, ya tienes ganada gran parte de la “batalla”, y en nuestro caso somos afortunados de tener una alta dirección sensibilizada y comprometida con los aspectos de prevención de riesgos laborales, salud laboral y respeto al medio ambiente. Para mí, es un factor clave y fundamental, el compromiso con la prevención diferenciador de otras industrias donde he estado anteriormente; sin eso no hay nada, y con eso, cuanto más haces, mejor.
Los técnicos de FREMAP que por distintos motivos os han conocido, comentan que algo que les ha llamado especialmente la atención, y éste es el motivo de nuestra visita, es la forma de integrar la prevención en el seno de la empresa ¿Qué aspectos de su trabajo destacaría en este terreno?
La integración la entiendo desde dos puntos de vista. Uno es la integración de la prevención de riesgos laborales en los procesos de la empresa, en el día a día, en las operaciones en diferentes áreas; y otro, la integración de la prevención propiamente dicha con otras disciplinas afines a la misma.
Me explico, hay equipos de prevención en otras empresas cuyo leitmotiv es exclusivamente prevención. En cambio, en el sector farmacéutico, por historia y por diferentes motivos, siempre ha habido una afinidad de la prevención de riesgos laborales con la gestión del medio ambiente y, últimamente, con otras disciplinas; eso ayuda muchísimo a implicar internamente en la prevención, aprovechando múltiples sinergias.
En lo que se refiere a la integración de la prevención en los procesos, en el día a día, lo que marca la ley de prevención, la prevención integral, etc.; teóricamente parece muy fácil pero no lo es tanto. En nuestro caso, desde hace años decidimos un modelo de organización preventiva que inicialmente podría tener sus inconvenientes, pero que, con el tiempo, se ha demostrado que nos ha ayudado mucho a integrar la prevención.
La compañía, en el año 2004, decidió establecer un modelo de servicio de prevención propio, asumiendo las tres disciplinas técnicas: seguridad, higiene y ergonomía, y externalizando la medicina del trabajo, pero integrando esas tres disciplinas como un servicio de prevención muy compacto, es decir, muy eficiente.
Con el tiempo, hemos hecho comparativas a nivel intersectorial, pero también a nivel sectorial de nuestra industria farmacéutica, y por ello podemos afirmar que tenemos un servicio de prevención con una ratio de trabajadores técnico, bastante optimizado.
Pero en el momento en que la empresa tomó la decisión de constituir el servicio de prevención de este modo, la acompañó con la designación, en las diferentes áreas de trabajo, de funciones concretas que llamamos “roles de seguridad y/o de medio ambiente”, que son personas de otros ámbitos que tiene asignadas ciertas responsabilidades en materia de prevención y/o medio ambiente.
No actúan como técnicos de prevención como tal, la mayoría tienen una formación básica de 50 horas y algunos son niveles intermedios. Son personas de otras áreas (producción, I+D, Comercial, etc.) a las que se asigna este rol de seguridad y/o medio ambiente, con funciones muy determinadas, que nos ayudan en muchos casos siendo los ojos, la voz y el oído del servicio de prevención en sus respectivos ámbitos de actuación. Podemos decir que son “embajadores” de la prevención en nuestras respectivas áreas.
Si estos embajadores los escoges siendo voluntarios y que creen en ello, es una de las mejores y más eficaces herramientas de integración de la prevención.
Todo esto fracasaría si no se produjera con un firme compromiso de la más alta dirección. En nuestro caso, como contamos con ello, el compromiso baja en cascada y se trasmite al resto de la organización.
En su momento, en alguna área determinada tuvimos dificultades en la designación de estos roles, pero esas dificultades acabaron inmediatamente cuando esa área conocía el compromiso de la más alta dirección. Al final, hay compromiso desde arriba, hay convencimiento desde los expertos de ciertas actividades que hay que integrar, entonces se produce la transmisión del compromiso en cascada hacia toda la línea de mando.
Estamos hablando de sistemas complejos, hay actores que son importantísimos, como son los representantes de los trabajadores, comités de seguridad y salud, etc., que se convierten en aliados tuyos, pero no sólo a nivel pasivo, sino también de forma activa cuando los haces participes también de la gestión de la prevención, con el convencimiento de que todos estamos en el mismo barco. Son aliados muy valiosos para hacer esa integración con los trabajadores, que, al final, son a quien ellos representan.
Contar en la empresa con personas, en vuestro caso “embajadores”, que están cercanos a los trabajadores, permite que éstos sientan que la empresa se preocupa por su seguridad y salud, ¿facilita el desarrollo y aplicación, no sólo de la norma legal, sino también de las establecidas por la empresa?
Yo creo que sí. De hecho, el cumplimiento de la norma legal es el argumento que menos utilizamos de cara a poner en marcha nuevas iniciativas o nuevos procesos desde hace muchos años. Para mí es la peor arma que puedes utilizar, el decir ¡No, es que es obligatorio legalmente! o ¡Si no hacemos esto, nos cae una multa!, evitamos utilizarla el 99,9% de los casos, e intentamos utilizar vectores o razonamientos de convencimiento de la mejora de las condiciones de seguridad y salud, y de mejora de sus diferentes indicadores.
Al final, toda la gestión de la prevención, si no se traduce en resultados, de nada sirve. Nosotros podemos “sacar pecho” porque tenemos una evolución bastante positiva de los últimos años. Por ejemplo, en 2016 logramos en Almirall España un índice de incidencia muy bajo, con una reducción del 63% en los últimos 10 años, estando un 69% por debajo del índice oficial del sector farmacéutico. Y, a nivel internacional, logramos el nivel histórico más bajo hasta la fecha, con cero accidentes en todas las filiales, con la excepción de un accidente menor en una de ellas.
Todo esto no funciona por sí solo. Son palancas que a lo mejor sirven más en unas empresas y menos en otras, en nuestro caso las complementamos con otras herramientas que con el tiempo hemos ido implantando. Por ejemplo, el año pasado recibimos un Premio “Atlante” de Foment del Treball Nacional, por nuestro trabajo en “iniciativas de sensibilización y/o formación en el campo de la prevención de riesgos laborales”. Fueron premiadas las campañas de sensibilización implantadas a lo largo de los años, tanto de comunicación, como de formación, con un enfoque diferente a como normalmente se podían ver.
A nivel empresarial se están viendo cosas muy interesantes. Tradicionalmente, hacer campañas de sensibilización era repartir panfletos, en muchos casos material preparado por las mutuas. En aquellos momentos, los servicios de prevención pensábamos: “campaña de prevención sobre trastornos musco esqueléticos”, ponemos posters en las naves de fabricación, repartimos panfletos junto con la nómina y eso era una campaña, que también puede ser útil en determinadas circunstancias.
Ya en el año 2006 hicimos la primera campaña, aprovechando todo ese contexto de compromiso de la alta dirección que ya hemos mencionado. En ese momento se decidió lanzar una campaña de comunicación con un socio externo, porque nosotros de prevención sabíamos, pero de comunicación, lo justo; conjuntamente con el departamento de comunicación, nos planteamos usar las mismas herramientas que utilizamos como empresa para las campañas de comunicación y lanzamiento de nuestros productos.
Nuestro planteamiento fue el siguiente: ¿por qué no hacemos algo parecido, utilizando recursos similares para vender un producto como es la prevención de riesgos laborales y con una audiencia que no son los pacientes en general sino nuestros propios trabajadores?
Y contamos con la colaboración de una agencia de comunicación externa de primer nivel, con unos profesionales que disfrutaron muchísimo porque no estaban acostumbrados a hacer campañas con este enfoque. Sus creativos nos hicieron una campaña muy atractiva, a partir de unos mensajes, unos eslóganes y unos materiales, etc. que lanzamos a nivel corporativo y que tuvo un impacto muy importante.
Esto tiene un coste, pero como motor de cambio y también para dar visibilidad a la salud laboral y que la gente reciba impactos realmente importantes, mereció mucho la pena hacer esta inversión, para nosotros fue un antes y un después.
Esta campaña inicial la llamamos “alertino” (que viene de alerta, de estar alerta), como si fuera un medicamento, con una serie de motivos que lo acompañaban, un eslogan, como decía antes: “La salud laboral es nuestro principio más activo”, y una serie de materiales de campaña. Después de esta campaña, que se desarrolló durante los años 2006 y 2007, hemos extendido ese tipo de campañas a lo largo de los años, es decir, no fue una campaña puntual y aislada, como podemos hacer en otro tipo de servicios y productos, sino que la hemos ido acompañando según las necesidades de los diferentes centros. Por ejemplo, en la planta farmacéutica de San Andrés, lanzamos hace tres o cuatro años una campaña de dos años que se llamaba “Por ti, por todos”, para reforzar el cumplimento normativo de ciertos procesos en diferentes áreas. Una campaña muy visual, con videos, con impactos muy cercanos a los trabajadores. Luego lo progresamos en el ámbito de plantas químicas, es decir muy enfocadas y muy particularizadas y no tan genéricas como la inicial que podría afectar a todo el mundo; para las químicas, el eslogan fue “Entre tú y las normas hay química”, siempre utilizando estos juegos de palabras, también con materiales diferentes, etc. Se basan en materiales muy trabajados, muy enfocados a las problemáticas reales que hay detrás, con participación activa de los trabajadores, es decir, no sólo una campaña de emisor-mensaje-receptor, sino que se buscaba una retroalimentación. Desde 2006 hasta 2017 hemos ido concatenando diferentes campañas que nos han ayudado de forma muy importante a esta integración, que es donde empezamos a hablar de prevención.
Según nos has explicado, se parte de una campaña general, que implica a toda la empresa en su conjunto, afectando tanto a quienes están en fábrica, como a la gente de oficinas también, y que se implanta en todos los centros de trabajo, dando posteriormente continuidad a la campaña centrándola en actividades concretas. Esta es una forma muy positiva de involucrar a la empresa e integrar en ella la actividad preventiva. Otra de las cuestiones que has comentado es el coste que tiene realizar este tipo de campaña, ¿en su caso, perciben estas campañas, a tenor de su resultado, como una inversión?
Es una inversión, lógicamente, pero dentro de un proceso de maduración, esto no es de un día para otro; llevamos trece años y seguimos evolucionando. Quizás en la primera campaña que lanzamos, la Dirección tuvo el convencimiento de que sería una buena inversión gastarse una determinada cantidad de euros en lanzar una campaña. Pero en las siguientes campañas, cada una con sus diferencias, hemos ido demostrando con resultados su necesidad y su retorno, es decir, nos planteamos que vamos a lanzar esta campaña, en este ámbito y con estos motivos porque queremos conseguir esto, y lo hemos conseguido paulatinamente.
Tenemos una red de ventas en España y todas las filiales a nivel europeo, EE.UU., etc.; allí los dos principales riesgos que tradicionalmente nos daban accidentes eran dos: uno, el ergonómico, pues los delegados de visita médica, cuando hacen visitas a las farmacias, a los médicos, centros sanitarios, hospitalarios, etc., llevan material promocional que implica su recogida en cajas en los almacenes, trasladarlos al maletero de sus vehículos, levantarlos, etc. Tradicionalmente teníamos algunas patologías osteomusculares que motivaban accidentes. Ese es uno de los tipos de accidente, pero de incidencia bastante limitada.
Y el otro que, desafortunadamente, se presenta entre el colectivo de profesionales que se pasan todo el día en la carretera, pues salen de casa por la mañana y no vuelven hasta el final de la jornada, después de haber visitado centros de atención primaria, farmacias, hospitales, etc.; y ya sea in itinere o in labore, un riesgo que está ahí y que motiva accidentes ocasionalmente, es la conducción. En este ámbito lanzamos hace tiempo una campaña de sensibilización bastante potente a nivel internacional, “Safety on the road”, de sensibilización en conducción segura, de buenas prácticas, etc.
Estas campañas siempre las integramos y buscamos sinergias y apoyos con otros socios internos. Para la campaña de conducción segura, buscamos tres socios básicamente: el área comercial, el área de comunicación y el área de compras. Compras, en nuestro caso, era el área que gestionaba las flotas de vehículos. Tenemos vehículos de leasing y ahí tenemos ayudas importantes en cuanto a la selección de vehículos, en cuanto a recursos que nos pueden facilitar las empresas de leasing y porque la sinergia aquí es que los costes de los accidentes que se repercuten en las cuentas de leasing tienen un interés particular.
La campaña “Safety on the road” fue multicultural y adaptada a cada país, teniendo en cuenta que no es lo mismo los riesgos de conducción en un país como España que en los países nórdicos, donde hay unas condiciones climatológicas adversas de nieve, etc. que los hace diferentes. Tuvimos que adaptar los mensajes a cada caso concreto y dimos charlas de sensibilización, materiales, formación a la línea de mando y tuvimos unos resultados fabulosos, con una disminución de la accidentalidad muy significativa. Esta campaña fue galardonada con el International Safety Award 2012 en Europa otorgado por IFMI (International Fleet Managers Institute) y, en 2014, fue reconocida con el premio del III Concurso de Buenas Prácticas de Seguridad Vial Laboral, otorgado por el INSHT (Ministerio de trabajo), la DGT (Miniterio del Interior) y la Fundación Española para la Seguridad Vial (FESVIAL).
En 2016 hemos pasado a tener un solo accidente en una filial en Francia y cero accidentes absolutamente en todas las demás filiales, cuando hace unos años había mayores índices de accidentalidad.
Con esto no estoy diciendo que tengamos una política de cero accidentes como pretensión utópica. Es deseable, pero nosotros en su momento hicimos el ejercicio de reflexionar sobre la política de cero accidentes, y dijimos que no podíamos engañarnos a nosotros mismos, porque de vez en cuando es inevitable que, por ejemplo, un visitador médico esté parado en un STOP y venga un vehículo por detrás y le colisione, como también lo es que un trabajador de la sede central se tropiece en un pasillo y se tuerza un tobillo. Este tipo de accidentes son inevitables.
Lo que sí que establecemos cada año son objetivos de mejora que vinculamos a la remuneración variable de diferentes responsables y equipos. En el ámbito industrial, por ejemplo, en las plantas farmacéuticas y las plantas químicas, el 100% de los trabajadores tiene año tras año el objetivo de no superación de unos determinados niveles, bajos, de accidentalidad, así como objetivos de eficiencia del sistema de gestión. De todas las acciones correctivas y preventivas que van saliendo a partir de la gestión preventiva (de incidentes, de notificaciones de no conformidad, de propuestas de mejora por los trabajadores, de los comités de seguridad y salud, de simulacros de emergencia, de auditorías internas y externas, etc.), se establecen cada año objetivos de realización en los diferentes centros y equipos, que se traducen en un 90% de ejecución y cumplimiento. Es decir, es fundamental que toda la acción preventiva se ejecute, de nada sirve tener listados grandísimos de temas por hacer si no se ejecutan, y es una forma también muy importante de integración.
¿El sistema preventivo y la gestión de la prevención que desarrollan son iguales con independencia del país y del centro de trabajo de que se trate?
Esta es otra de las ventajas que tiene el ser una empresa como la nuestra, frente a otras. El ser relativamente pequeños y formar el Servicio de Prevención parte de los servicios centrales de la sede corporativa, nos permite ser muy creativos y flexibles. Desde aquí se deciden las políticas que se van a llevar a cabo, se potencia su implantación, se verifica su cumplimiento, etc.; frente a otras empresas de nuestro entorno, que son mayores en el sector y tienen que implantar lo que se les mandata desde su sede central que está en otro país, lo que puede reducir o limitar en algunos casos su capacidad de acción.
¿A esta empresa se le ha planteado la necesidad de desarrollar políticas destinadas a reducir los riesgos presentes en los centros de trabajo teniendo en cuenta la edad de los trabajadores?
Hace cuatro años precisamente; en este caso también buscamos aliados, junto con RRHH empezamos a trabajar en las curvas de envejecimiento de la población y en especial esos ámbitos de la población que están afectados por el trabajo manual.
Aunque tenemos unas plantas muy automatizadas; por ejemplo, en nuestra planta farmacéutica de San Andreu, difícilmente verás allí una carretilla automotora conducida por una persona, ya que tenemos carretillas filoguiadas, máquinas robots, que se mueven por toda la planta, y que realizan desde la alimentación de materias primas a las entradas de las líneas de producción, hasta la recogida de pallets en la salida de línea. No obstante, aunque es una planta muy automatizada, también existe un cierto nivel de riesgo ergonómico en determinados puestos de trabajo.
Son las plantas farmacéuticas, junto con las químicas, los entornos de actividad de nuestra empresa con un mayor requerimiento ergonómico, y donde a lo largo de los años la gente está ocho horas en el trabajo, pero también el resto del día fuera del trabajo, y todos vamos a cierta edad notando que tenemos afectaciones en la columna vertebral y diferentes patologías que a lo largo de los años van afectando a nuestra capacidad de trabajar.
Hace tres o cuatro años, por las campañas de la UE y también por los cambios regulatorios que en particular en España hemos ido teniendo, ya no es viable llegar a acuerdos con los trabajadores de mayor edad para hacer salidas tempranas de la compañía. Esto, que tradicionalmente se había venido haciendo, en nuestra industria y en otras, cada vez es más complejo y con esas curvas demográficas vimos que dentro de X años nos encontraríamos con una media de edad en los centros productivos bastante elevada y con personas que precisamente entraron a trabajar en la compañía hace 30 o 35 años y son gente que lleva mucho trabajo a sus espaldas. En este sentido, dentro de X años vamos a tener cada vez más “aptos con limitaciones” y patologías de las personas, y vamos a tener que trabajar con ellas.
Así, sabemos que dentro de algunos años vamos a tener un envejecimiento de la población trabajadora, y por ello iniciamos un programa de envejecimiento activo.
Pero para saber dónde estábamos, conjuntamente con RRHH, como comentaba, lideramos un benchmarking con empresas de diversos sectores y tamaños. En el fondo todas las empresas en diferentes ámbitos estamos relacionadas unas con otras, creamos un grupo multidisciplinar con representantes de diferentes áreas (producción química, producción farmacéutica, RRHH, calidad, prevención y medioambiente, etc.) y planteamos cuáles eran las problemáticas, cómo nos veíamos cara al futuro y establecimos la conveniencia de compararnos y de crear un “punto de referencia”.
Buscamos voluntarios de otras empresas de nuestros homólogos que quisieran participar en este benchmarking. Les planteamos un cuestionario para ver lo sensibles que eran las empresas a estas problemáticas y qué acciones habían empezado o no a hacer, nos posicionamos por los resultados de ese estudio sobre cómo nosotros mismos, que también nos autoevaluábamos, éramos sensibles al tema del envejecimiento activo y qué es lo que habíamos hecho y qué es lo que, en comparación con otras empresas o con lo que se intuía que se empezaba a apuntar, deberíamos de empezar a hacer.
Con esta fotografía inicial vimos que teníamos que hacer cosas. Para Almirall lo importante fue tomar conciencia de la problemática y a nivel de prueba piloto empezamos con la planta farmacéutica de Sant Andreu, que es la más grande (unos 400 trabajadores), donde llevamos ya dos o tres años trabajando con la puesta en marcha de diferentes acciones de diferente ámbito.
A nivel general y global es una prueba piloto, no lo estamos estableciendo en otros ámbitos, pero si estamos empezando ya a poner en marcha acciones. Algunas, más locales, han sido más fáciles de poner en marcha y otras las tenemos en la “nevera” porque requieren aprobación más corporativa, de cambio de políticas de RR.HH. en muchos casos; éstas las tenemos en cartera; durante los próximos años tenemos aquí mucho terreno donde promocionar, pero dentro de las parcelas donde tenemos capacidad de actuación, hemos puesto en marcha programas, por ejemplo, de vigilancia de la salud, que van más allá de lo que marca la normativa.
Tenemos la suerte de contar en los principales centros de trabajo con instalaciones deportivas dotadas de maquinaria de gimnasio y monitores de fitness, donde además hemos integrado parte de los programas típicos que se utilizan para hacer musculación o “cardio”. Estamos ofreciendo programas, complementariamente con nuestros servicios médicos, de refuerzo en patologías de fisioterapia; empezamos a integrar programas de nutrición, ya que también en los principales centros tenemos cantinas, comedores con servicio de comida todos los días, cambiando aspectos nutricionales específicos. Hemos empezado a hacer programas ergonómicos que van más allá de la ergonomía pura y dura, ciega, no haciendo una valoración ergonómica sólo del puesto, sino teniendo en cuenta qué personas trabajan en esas líneas.
Vamos a tener personas con ciertas limitaciones, y tenemos que ver qué podemos ir haciendo para mejorar estas líneas más allá del cumplimiento estricto de la normativa, de los estándares de ergonomía, pensando en la gente “mayor”, personas senior.
También se tienen en cuenta cuestiones como los paneles de visualización de la maquinaria o de señalización que tenemos en las líneas, haciendo especial énfasis en analizar si son de tamaño adecuado para las personas de edad creciente que vamos teniendo presbicia. Y en algunos casos se están tomando acciones para aumentar el tamaño de los caracteres.
Hemos puesto en marcha, adicionalmente, acciones que son más sistemáticas, otras que son más concretas y otras más corporativas que tardaremos un poco y que suponen cambios en paradigmas importantes que tienen más que ver con la conciliación de la vida laboral y personal, que tienen que ver más con reducciones progresivas anticipadas previas a la jubilación, etc.
En este mapa hemos dibujado todas las políticas que deberíamos ir desarrollando para todas estas políticas de envejecimiento activo de la población trabajadora. Ya hemos trabajado en torno al 15-20% de lo que nos gustaría hacer en los próximos años. Es un camino de largo recorrido, pero hemos conseguido generar la sensibilidad y empezar a caminar.
¿Qué puede aportar la Mutua en materia de prevención a una empresa como la suya?
Como mutua sois un agente importante en la gestión de la prevención, con un rol muy determinado de la parte que os toca, de todo un ciclo de vida de la prevención de riesgos laborales y de la gestión de los accidentes o las patologías cuando los hay, y en nuestro caso estoy muy satisfecho con la gestión que hacemos con vosotros en el día a día, con la gestión de temas muy concretos, ya sean, por ejemplo, contingencias profesionales y cuando toca, de forma conjunta con RRHH, de contingencias comunes. Yo creo que con las mutuas, en general, y con la vuestra, en particular, las relaciones son fluidas y vuestra función nos aporta valor.
Para los que somos “pre-ley”, las mutuas habéis evolucionado muchísimo desde cuando no había servicios de prevención y erais vosotros los que hacíais gran parte de la prevención en las empresas. Recuerdo en la primera empresa privada en la que trabajé, de fabricación de cables de energía eléctrica, en la que iba de la mano del técnico de la mutua del momento porque era el que más sabía de evaluaciones de riesgos, de mediciones higiénicas, de formación, etc. Desde mi punto de vista, ese valor lo mantenéis, con una oferta de servicio diferente, con un marco legal diferente y allí ya tenéis unas trabas en cuanto a los servicios más preventivos que podéis ofrecer y estamos focalizados en servicios más reactivos, de patologías, de coberturas. Puedo confirmar con seguridad que sí sois una ayuda.
Gracias por colaborar con Práctica Preventiva.